lunes, 13 de febrero de 2012

!

En marzo del 2009 decidí bautizar este blog con un verso de Andrés Calamaro, como mi otro blog. Durante estos casi tres años hablé de personas, alegrías, frustraciones, sensaciones o cosas que no me afectaban pero quería escribirlas.

Nunca me interesó que alguien lo leyera y al día de hoy desconozco las visitas que tiene, aunque sé de amigos que les gusta lo que suelo soltar por acá. Es una herramienta que tengo olvidada hasta que se la necesita. Me sirve tanto para escribir como para luego releerme. Muchas veces pude recordar momentos leyendo las simples frases que había publicado.

Cuando decidí el nombre era una persona muy distinta a la que soy hoy. No sabía casi nada de lo que ahora sé y pensaba de forma muy distinta. Pero los sueños se mantienen igual. Pronto voy a estar cumpliendo uno de los más grandes, aunque nunca imaginé que iba a ser tan temprano.

Quizás la vida se trata de eso. De persecuciones. De esperar que el sueño se tropieze para poder alcanzarlo.

¿A ninguna parte?

Al aeropuerto, por favor.